Las historias jamás contadas detrás
del cine porteño censurado.
A la derecha, el director, productor y guionista Santiago Calori |
Viernes 20.30, cine “El Cairo”, y mucha gente. La noche comenzaba
prometedora para el director de cine, guionista y productor Santiago Calori,
que entre aplausos y elogios fue recibido por la sala repleta de personas.
“Un importante preestreno”
fue el nombre que el grandote de remera
metalera designó para su documental sobre la historia cinéfila porteña y
sobre cómo los espectadores argentinos se las arreglaban para ver aquellas
películas prohibidas durante el gobierno de Onganía y luego desde
1976 con el inicio del régimen militar.
Ante ese gris y triste panorama, el ingenio porteño no podía hacer
otra cosa que emerger: se comenzaron a cambiar los títulos de ciertas películas
para así intentar engañar al censor de turno, o bien modificar afiches para
lograr la aprobación del ente regulador. La prohibición de aquel entonces fue tal, que Incluso hubo bandas, cantantes y canciones censuradas durante la época.
Curiosamente el film que ameritaba seriedad y tensión durante sus
primeros 15 minutos, logró transformarse en algo mucho más espectacular y
dinámico: aparecieron las anécdotas de aquellos que vivieron la época de la
restricción en todos sus sentidos, y las voces que al principio parecían
desconocidas se volvieron más familiares: Axel Kuschevatzky, Bobby Flores,
Daniel Melero, el fallecido Fabio Manes, entre otros fueron los protagonistas
del aclamado documental.
Y así, tras 72 minutos de testimonios y comparaciones entre el séptimo
arte de aquella época y el de la actualidad, concluyó la proyección y la sala
fue una catarata de aplausos. Calori se hizo presente para contestar preguntas
del público que además alabó enormemente su trabajo.
Quien
vea Un importante preestreno se
encontrará con un registro imperdible, melancólico por momentos y fundamental
para el cine argentino realizado con un ritmo impecable, como sólo un
apasionado podría hacerlo.