Redactame: Las luces estuvieron dentro y fuera de la cancha.

Pedro Herrero

La Selección Argentina de fútbol cayó frente a un equipo venezolano con años de trabajo que lo llevó a salir cuarto en la última Copa América realizada en nuestro país.

Venezuela derrotó a la selección Argentina de fútbol por 1 a 0 en la calurosa ciudad de Puerto La Cruz y, con un gol mediante la tan temida pelota parada, mostraron que la historia y las estadísticas están hechas para cambiarse.

Luego de varias horas de previa en donde, además de repasar las formaciones de los equipos, principalmente se hizo hincapié en la gran cantidad de humedad y el insoportable calor que hacía, las selecciones pisaron el verde césped unos minutos pasadas las 21:40 hora de Argentina (teniendo en cuenta que Venezuela está 2 horas retrazado).

Encabezado por su capitán, Lionel Messi, el seleccionado argentino de fútbol saltó a la cancha con la ilusión de conseguir su segunda victoria y quedar como único líder de las eliminatorias rumbo a Brasil 2014 debido a que los demás equipos que habían ganado en la primera fecha, no pudieron repetir ese resultado. Luego de los respectivos himnos nacionales y de la espera de algunos minutos para que todo este en orden, el árbitro uruguayo, Roberto Silvera, dio comienzo al partido.

El juego estuvo claramente divido en dos. Durante el primer tiempo, una vez que superó la presión y el entusiasmo de Venezuela, Argentina se hizo dueño del partido. Mediante pases cortos y precisos, que le permitieron ganar en confianza, el seleccionado nacional hizo que su rival se replegara demasiado cerca de su arquero y de esta manera pudiera llegar con algún peligro al arco de Renny Vega. Fue en esos 45 minutos en los que, tanto Messi como Higuaín, tuvieron las mejores situaciones, mientras que el equipo local hizo del pelotazo su arma más peligrosa. Una historia muy distinta se vio en el segundo tiempo, en donde el seleccionado de Venezuela dominó la pelota y comenzó a llegar con demasiado peligro al arco de Andujar. Dentro de este contexto, no fue sorpresa que, luego de un corner cerrado ejecutado por Arango, el jugador del Athletic de Bilbao, Amorebieta convirtiera el gol mediante un cabezazo, dejando a la luz los problemas que últimamente viene mostrando Argentina a la hora de defender la pelota parada.

Hacía ya unos minutos que Messi miraba al banco tratando de buscar una solución a esta embestida venezolana, a lo que Sabella le respondió, luego del gol, con el ingreso de Banega, lo que le permitió a la Argentina mayor tenencia de la pelota. Sin embargo, el equipo local defendió con uñas y dientes su área y poco pudieron cambiar la historia del partido los ingresos de Palacio y Pastore en un equipo argentino que ya mostraba claras señales de cansancio. Tras 3 minutos adicionales, el árbitro dio por concluido el partido, lo que provocó la exaltación de los hinchas locales, los cuales festejaron, tanto en la cancha (acompañados por fuegos artificiales), como en las calles la primera victoria de su seleccionado frente al equipo argentino en la historia de las eliminatorias.

Luego de bañarse los jugadores argentinos hablaron con la prensa sin mucho ánimo, reconocieron la derrota y afirmaron, en su mayoría, que no les será fácil jugar de visitante y menos en las condiciones climáticas que se jugó este partido. Lo cierto es que Sabella tiene hasta noviembre para replantearse algunas cosas y corregir los errores que se vieron tanto en el mediocampo como en la defensa, porque los próximos rivales, Bolivia y Colombia también tendrán ganas de hacer historia.

Fuentes: