Por Federico Therán
Con más de 80000 personas presentes y un clima de película,
Ariel Ortega tuvo la despedida que merecía con la camiseta de River en el Estadio
Monumental.
El sábado 13
de Julio de 2013 fue una jornada histórica. No era un día cualquiera, no se iba
a alentar al Millonario como todos los domingos, se trataba de la despedida de“El Último Gran Ídolo”, Ariel Ortega. Los alrededores del estadio Antonio V.
Liberti estaban abarrotados de hinchas con la ilusión de ver por última vez al
Burrito con la camiseta de River. La fiesta riverplatense estaba en marcha, los
miles de hinchas no cesaban de cantar y tomarse fotos, para tener un recuerdo
físico de algo que quedará guardado por siempre en el corazón no sólo de los
hinchas millonarios, sino también de aquellos que aprecian la clase de un
jugador sin importar la camiseta. El Monumental se fue colmando, y como siempre,
terminó por llenarse completamente. La expectativa crecía y la hinchada comenzó
a cantar. Hasta que apareció en escena Sergio Goycochea, quién fue el conductor
de la fiesta, anunciando que el partido estaba por comenzar. Los equipos
consistían en figuras actuales y pasadas, que compartieron cancha con Ariel.
Los técnicos eran el Tolo Gallego y Ramón Díaz. Dentro de la cancha había
figuras como el Muñeco Gallardo, Juan Pablo Sorín, Enzo Francescoli, entre
otros. El árbitro fue el cordobés Héctor Baldassi.
A las 17 hs se
encendió la pantalla del estadio y comenzó uno de los momentos más emotivos de
la jornada. Fue un video en el cual Ortega expresaba lo que significa River
para él y su sentimiento para con el club. Y luego una cámara en vivo filmó a
Ariel subiendo las escaleras y por fin se lo vio entrar a la cancha, por lo que
estallaron los gritos de la gente. De los cuatro costados del estadio bajaba el
clásico “Ortegaa, Ortegaa”.
El partido
fue a modo de juego entre amigos. En el entretiempo se presentó la banda “La
Mosca”. Ya unos pocos minutos del final, el hijo mayor de Ariel entra a la
cancha. Ortega al parecer no lo esperaba y rompió en llantos. Pasadas dos horas
del inicio del partido, la música Andrés Calamaro (gran amigo de Ortega)
interrumpe el juego y marca el final. La familia completa del Burrito entró ala cancha a saludarlo y comenzó la clásica vuelta olímpica, para bañarse del
cariño y los aplausos de su gente.
Ariel Ortega agradeciendo a la gente junto a sus hijos. |
Disfrutar de la magia de Ariel.
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