Por Agustín Cortés
La Maratón Aniversario del C. A.
Newell’s Old Boys dejó, además de mucho sudor, la alegría de los competidores
que pudieron celebrar la fundación del club de sus amores.
Eran las 9 del domingo 1ro de
Noviembre. Más de dos mil de personas se agolpaban detrás de un arco de hule
inflado. La llovizna, débil pero persistente, parecía haber venido para no irse
por un rato. A un costado, se visualizaba, por sobre las cabezas, la entrada a
la doble platea Este del Coloso del Parque Marcelo A. Bielsa. Un reloj, ubicado
al costado del inflable, señalaba que faltaban escasos minutos para el comienzo
de la Maratón del 112 Aniversario del club del parque.
Momento de la largada (gentileza newellsoldboys.com.ar) |
Un alarido del animador fue la
señal para que los corredores comenzaran la marcha. Sin embargo, el rotundo
traspaso de la ansiedad a las piernas se vio impedido por la cantidad de participantes
aglutinados en los primeros metros del recorrido que enlenteció a los
más rápidos. Luego de rodear el estadio, a la altura del hipódromo, el pelotón
empezó a desarmarse. Mientras se transitaba el Boulevard Oroño, cada corredor
fue pudiendo correr más cómodo y a su propio ritmo. Sin embargo, el asfalto
húmedo por la llovizna se presentó como una dificultad que provocó algún que
otro resbalón
Al terminar de bordear una parte
del predio del Club Atlético Provincial y
dirigirse por la Avenida 27 de Febrero a doblar nuevamente por Oroño, aquellos
participantes que aspiraban a ganar la competencia ya obtuvieron una buena diferencia
de terreno. Al regresar a la cancha, se cumplió el 4to kilómetro y
un camino de conos dividió las aguas del trayecto haciendo que aquellos que
participaban de la prueba más corta, la finalizaran ingresando al césped del
Coloso del Parque.
Issola Emilio, ganador de la prueba de 8 km, llegando triunfal a la meta (gentileza newellsoldboys.com.ar) |
Sólo luego de darle otra vuelta al mismo
trayecto, los inscriptos a los 8 kilómetros (quienes ya pueden ver los resultados de la competencia en el sitio web del club) pudieron darse el mismo gusto: doblaron
a la izquierda por un camino no solo marcado ya por conos sino también por quienes
se acercaron a presenciar la llegada, pasaron por debajo de la platea este,
atravesaron el alambrado que separa la tribuna del campo de juego e ingresaron
al mismo. Muchos no se preocupan por dar un último pique triunfal, sino por
contemplar ese mítico entorno.
Luego de atravesar la meta, ubicada detrás del
arco que da a la popular local donde hace dos años los jugadores campeones del
Tata Martino celebraron colgados del travesaño, los corredores recibieron su
respectiva hidratación y medalla y se dirigieron a estirar sus cansados
músculos en un lugar por demás de privilegiado mientras se toman fotografías.
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