En octubre del año pasado Viejas
Locas daba su último show en Rosario. Luego de casi un año exacto Pity Álvarez regresó junto con el resto de la banda.
Atado con
un chaleco de fuerza y una máscara de hierro que le cubría el rostro, "el Pity”
Álvarez ingresaba al escenario en una carretilla empujada por una joven que lo
dirigía hacia el micrófono. Con esa excentricidad el líder de “Viejas Locas”
daba comienzo a su show en el Anfiteatro Municipal Humberto De Nito de Rosario
el último sábado del mes de octubre, varias horas más tarde de lo programado. Si bien quienes
frecuentan los recitales de la banda de rock saben que la puntualidad no es algo que caracteriza al grupo musical, nadie pensó que el evento comenzaría recién
a la 1 de la madrugada.
Pity, con la excentricidad que lo caracteriza, da comienzo al show
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A medida
que pasaban las horas, la ansiedad crecía entre el público y muchos, agotados
por la espera, comenzaban a retirarse del anfiteatro, mientras otros salían
brevemente a calmar su hambre en los carritos de comida que se hallaban
dispersos por el Parque Urquiza. “Debe estar re pasado”, comentaban los
espectadores mientras miraban al escenario para confirmar una vez más que efectivamente
la banda no había hecho aún su aparición.
Pese a la
ansiedad, una vez comenzado el show, con “Árbol de la vida” como tema de
apertura, ya todos habían olvidado las horas de espera y estaban listos para
disfrutar de la noche musical que se avecinaba. El humo de marihuana circulaba en
el aire creando nubes grises sobre las cabezas de los espectadores que siguiendo
la voz del cantante recitaban con entusiasmo: “legalicenlá”. Grupos de adolescentes, familias con niños y
adultos en soledad, se hallaban reunidos en el anfiteatro, cuya estructura
parecía estar por derrumbarse cada vez que las ondas sonoras la hacían temblar.
El lugar parecía desbordarse de gente y de vez en cuando un grupo azotaba las
vallas y chapas colocadas por la policía para limitar el acceso e ingresaba en
manada al recital llevándose, por unos segundos, la atención de los espectadores.
Robándose
toda la atención del público "el Pity” recorría el escenario de punta a punta
interpretando cada uno de los temas con una excentricidad avasallante. “Fuego”,
“Perra”, "Intoxicado" y “Todo sigue igual” fueron algunas de las canciones que sonaron en el
anfiteatro. Mientras el grupo musical tocaba uno de los últimos temas, “Fuego”,
un fanático decidió cometer una arriesgada maniobra: tras un descuido de seguridad,
subió al escenario junto a la banda y besó al cantante en la mejilla. La
felicidad de su rostro lo decía todo, pero su momento de fama duró poco pues fue rápidamente desplazado del escenario por la fuerza.
El público recibe a Viejas Locas en el anfiteatro.
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Entre
banderas enormes que se desplazaban de un lado a otro sobre las cabezas de los
espectadores y la multitud de gente que saltaba con entusiasmo al pie del
escenario, el show fue concluyendo bajo el cielo estrellado de la noche de
sábado. Luego de 20 minutos de haberse retirado la banda (y algunos oyentes),
los guitarristas y bajistas, y más tarde el cantante, comenzaron a aparecer
nuevamente sobre el escenario. El show no había terminado, no sin “Lo Artesanal”.
Créditos: Lucía Junco.