EL ARTE DE DEVORARTE

La cerveza artesanal esta viviendo un momento de popularización

Tanto como la música, los distintos olores también decoraban el aire y se mezclaban en una armoniosa y deliciosa combinación el pasado domingo 30 de octubre, en lo conocido como “StreetFood”, una feria gastronómica callejera que se está transformando en un clásico para los Rosarinos.

Al pie de los silos Davis, en la intersección de Boulveard Oroño y Avenida Estanislao López, se desplegaron treinta stands, todos con algo diferente para ofrecer al apetito de una tarde acalorada luego de jugar en el parque. El evento contó con un minipatio cervecero con stands ambulantes de Daniel O, Fenicia y Cervario (firmas de cerveza artesanal propias de la ciudad), helados, comidas tradicionales y novedosas como también propuestas de comida vegana, vegetariana y dietética. Quienes asistieron pudieron disfrutar de la la cocina abierta de los restaurantes, bares y pubs más destacados de Pichincha y la ciudad, con la participación de los chefs de Rosario Cocina Ideas, que estuvieron dando sus clases magistrales de cocina en vivo.

La novedad: Palitos de helado rellenos

En su sexta edición, con el río de fondo y a lo largo de la tarde se hicieron presente aproximadamente un millón de personas, superando ampliamente los números de ediciones anteriores que apenas llegaban a las cuarenta mil. “Creo que la gran cantidad de gente que asistió en esta edición se debe al hermoso día que disfrutamos y al cambio de lugar. Donde se realizaba antes quizá se dificultaba caminar, pero aquí a orillas del Río Paraná es mucho más amplio y se pueden recorrer los distintos stands sin problema”, comentó Felipe Pizzinachi un rosarino que admitió ser fan del evento.

Con un clima perfecto como acompañante los stands de El Club de la Milanesa, Bazaar, Pasión por las Brazas, The Taco Box, Lupita, Piel de Toro, Jimmy, Stick Station, entre tantos otros, se desplegaron para lograr atender con la mayor calidad a una cantidad de comensales inesperada.

 “Esperamos que se realice más seguido, yo probé sorrentinos de cordero y me encantaron, a toda mi familia le gustó la idea ya que es interesante y recreativa en cierto punto por su ubicación que permite a los niños jugar y a los mayores pasear. Realmente antes no lo conocíamos, tendrían que publicitarlo un poco más”, explicó a modo de critica María Torres, una sanlorencina vecina de la ciudad.

El evento finalizó alrededor de las siete de la tarde, con las cocinas vacías pero las panzas llenas.

Crédito de la nota: Hilaria Bazzetti