Camila Godoy
Los familiares y amigos de las victimas reclaman justicia.
El día está soleado pero llueve en el corazón de las
miles de personas que se movilizan en silencio, por la explosión
de calle salta y oroño en la ciudad de Rosario.
En silencio, con lágrimas en los ojos, erizando la piel
de algunos espectadores, cortando el tránsito, sin protestar a los gritos,
ellos solo quieren que se haga justicia.
Veintiún familias quedaron destrozadas, veintiún familias
marchando, veintiún esperas telefónicas, veintiún habitaciones vacías.
Cerca de las 18.30
comenzó la ceremonia en la esquina de bulevar Oroño y Salta, a 50 metros del
edificio siniestrado. Con profundo pesar, los familiares de las víctimas
depositaron en el piso 21 velas encendidas.
Pasadas las 20, el padre de Santiago Laguía, uno de los
jóvenes fallecidos, pidió aguardar 15 minutos a que terminara una misa en
memoria de las víctimas fatales. Encabezada con una bandera argentina de seis
metros aproximadamente con la leyenda
"Justicia, basta de víctimas inocentes", la marcha se extendió a lo
largo de tres cuadras por las calles del centro de Rosario.
El silencio que acompañó a los manifestantes que sólo se
rompió cuando desde un parlante el familiar de alguna de las víctimas fatales
mencionó los nombres de los 21 muertos, cada uno acompañado por el grito de
"presente".
Al llegar a la sede
de Litoral Gas, la empresa prestadora del servicio de gas natural en
Rosario involucrada en el caso por la fuga de gas que produjo la explosión, los
familiares de las víctimas colocaron los carteles con los rostros de sus seres
queridos en la puerta de ingreso al edificio. También dejaron en San Lorenzo y Mitre, en pleno centro de
Rosario, la bandera con pedido de "justicia" para las víctimas y los
sobrevivientes.
Esta marcha, no solo tuvo repercusión en las familias de
las víctimas, sino también, amigos, conocidos, y muchas personas que se
apenaban por la catástrofe.
Las calles parecían de ellos, las personas que pasaban
parecían escuchar el silencio en medio de la gran ruidosa ciudad.
Los organizadores de la marcha,
entre los que se encuentran familiares de las víctimas, damnificados y
ciudadanos rosarinos, aclararon que quieren que esta vez no sea sólo para pedir
justicia por la negligencia que causó la tremenda explosión, sino que abarque a
las provocadas por las tragedias de Once y de Cromañón, la inundación en La
Plata, la violencia de género y la inseguridad.
La convocatoria se realizó sobre todo a través de las
redes sociales. Con frases como "Te puede pasar a vos", "Marcha
todos por todos", "Con respeto, con velas, con pancartas" y
"Todos por todos" se llamó a ciudadanos a unirse en un reclamo
popular.
Cuando los familiares, amigos, y conocidos de las
victimas llegaron a Litoral gas (lugar donde concluía la marcha) además de
prender velas, colgar la bandera y las fotos de los fallecidos, repitieron otra
vez los nombres de cada uno de ellos, y esta vez con un tono más desgarrador
quizás.
La tía de la nena fallecida con síndrome de Down, dijo
“no cabe en la cabeza de nadie que una empresa destruya un edificio entero por
un error que podría haber sido remediado en su momento, o peor aún, con una
familia”.
Este tipo de marchas se repitieron varias veces desde el
22 de agosto. Para pedir justicia, cosa que todavía, no se cumple.
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