Por Natalí Brandán
"Los hijos de Buda",
foto tomada por Kika Arte en Bar.
Juan Manuel Klappenbach y "Los hijos de Buda"
se presentaron en Kika Resto Art.
El swing es música y es baile, es una nuevo puente
entre ambos que crea una nueva conversación; es expresión y sobre
todo es diversión. La movida del swing viene en ascenso, los eventos
de este tipo tienen cada vez más convocatoria y son cada día más
las personas que se suman a bailar este danza alegre que hace que
inconscientemente se muevan los pies.
Fue Natacha Ferrer quien organizó todo, una estudiante
de Comunicación Social que viene de Lyon, ciudad del centro-oeste de
Francia. Movida por su amor al swing y a la música llevó a cabo la
organización del Encuentro
de Swing en Rosario, evento que se llevó a cabo los días jueves
31 de octubre y viernes 1° de noviembre. En el primer día se llevo
a cabo una clase de swing para músicos en Lúcuma Bar y una clase de
musicalidad para bailarines en Olimpo Bar. El segundo día se realizó
una clase de baile para principiantes e intermedios también en
Lúcuma Bar.
La noche del viernes 1° era perfecta para una buena
dosis de música y comida, era la noche de cierre del Encuentro de
Swing en la ciudad. Kika
Resto Art es un lugar distinto a todos, no es algo que se ve
todos los días. Es más bien una casa con pasillos y patios internos
adornado al estilo Almodóvar. Se ven jóvenes y adultos, gente
amigable y cálida dispuesta a ser sorprendida por el lugar. Después
de una cena confortable el público esperó ansiosamente el show que
estaba predeterminado por el Encuentro de Swing de Rosario: esa noche
estuvieron presentes el respetado músico Juan Manuel Klappenbach,
quien es muy reconocido en el ámbito del jazz, y también,
estuvieron presentes "Los hijos de Buda", una banda de
swing gitano.
Comenzaron a correrse las mesas a los costados,
dejando, de a poco, formar una pista de baile frente al pequeño
escenario donde se encontraban los músicos. Había muchos bailarines
ansiosos por bailar, es que la música generaba eso. Fueron
animándose, algunos vestidos para la ocasión y otros simplemente
con muchas ganas de moverse. La banda comenzó con unos temas más
lentos pero a medidad que se iba sumando gente a la pista los temas
empezaron a ser más rápidos y con mucho swing. Cabe destacar que
quienes indudablemente se destacaron fueron los profesores de Buenos
Aires Maximiliano Prado y Agustina Zero-Setién, quienes estaban
recién llegados de una gira por Europa.
Músicos y bailarines parecían estar coordinados a la
perfección, aunque realmente no era así, simplemente la calidad de
cada uno de ellos era extraordinaria. Los profesores de Buenos Aires
fueron llamados para improvisar un tema que la banda musical también
improvisaría. El resultado fue increíble, todos los espectadores se
divirtieron tanto como ellos.
Klappenbach
nació el 27 de marzo de 1984, y ya en el año 1996 comenzó su
pasión por el jazz junto a la Baby Jazz Band. Formó
parte de grupos como Delta Jazz Band, Porteña Jazz Band y la Antigua
Jazz Band (ingresó a los 17 años como el músico más joven en la
historia de la mítica banda). Actualmente forma parte de
agrupaciones como BrazoFuerte All Stars, Mariano Massolo Quinteto y
continúa su labor docente, que lleva más de 10 años.
Para
cerarr la noche de swing Juan Manuel anunció que iban a tocar un
tema para la organizadora Natacha Ferrer en agradecimiento por todo
lo que se había llevado a cabo gracias a ella. Así fue que ella
bailó el último tema un rato con cada uno de los varones presentes
en la pista cerrando el Encuentro de un género musical que crece
cada día más en la ciudad.
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