miércoles, 5 de noviembre de 2014

U2 se despidió de la Argentina dejando a más de un fan con la boca abierta.


Imponente, el último recital de la célebre banda irlandesa se llevo a cabo el pasado domingo 3 de abril y no hizo más que deslumbrar tanto como el primero.

Por Daniela Peppe

El último concierto de U2 en el país tuvo lugar, al igual que los anteriores, en La Plata. En un estadio “Único” y recién inaugurado que sin dudas es uno de los mejores recintos que tiene Argentina para poder disfrutar de manera excepcional de un show de tal magnitud. Cómodo, de fácil acceso y gran movilidad dentro del lugar, con solo caminar un poco el público se encontraba frente al impactante escenario del 360° Tour y si miraban hacia arriba, con la esperanza de que las nubes negras desaparecieran en la noche, se enfrentaban a la espectacular obra arquitectónica que es el techo del enorme lugar.
Estadio Único de La Plata
Sin embargo, no fue hasta que el estadio se quedó sin luces que los espectadores pudieron apreciar en todo su esplendor el imponente diseño y estructura de “La Garra”, a pesar de las gigantescas gotas que caían sobre ella. En ese momento la euforia comenzó a desatarse, el escenario tiene la capacidad de dejar boquiabierto hasta el más acostumbrado a los recitales en grandes estadios.

Decenas de fanáticos estuvieron acampando por días en las cercanías del estadio para poder acceder a los mejores lugares. De todas maneras, el público recién pudo ingresar al campo de juego a las 16 del domingo. En el camino hacia la entrada de la cancha también se podía ver a varios grupos de militantes de Amnistía Internacional y Greenpeace dispersos entre la gente, intentando reunir firmas para luchar contra la pobreza mundial y en defensa de los glaciares, respectivamente. La capital bonaerense se vio conmovida por la presencia de una de las bandas más conocidas del mundo.

Pero U2 no viaja solo nunca, y en este caso estaba acompañado por una de las mejores bandas inglesas de rock del momento, Muse, que apenas paro de llover salió a ensena. Este trío musical está formado por Matthew Bellamy, Christopher Wolstenholme y Dominic Howard.

Durante la tarde, la banda estuvo ensayando en el estadio temas como Even Better Than The Real Thing, I Still Haven´t Found What I´m Looking For y Vertigo, que luego fueron tocados en el concierto. Está claro que los conciertos de U2 no son simples espectáculos, lo que la banda siempre busca es transmitir un mensaje: “Creo que los irlandeses y los argentinos hablamos demasiado. Bebemos demasiado. Somos religiosos, pero discutimos con Dios. Y cuando no estamos discutiendo con Dios, discutimos con los ingleses”. Esa fue una de las primeras frases que pronuncio Bono luego de salir a escena.

En algún momento, a medida que interpretaban los temas, Bono presentó la banda y comentó lo mucho que les gusta estar en Argentina, le dijo al público: “U2 no se va”, lo que despertó el canto correspondiente. Luego describió alguno de los buenos momentos vividos desde que llegaron, que incluyeron las “mateadas de Adam y Larry” y la confidencia que Larry le había comentado: Adam había estado probando unos “bombones argentinos” de entre las chicas que acompañaron la mateada.

Durante la hermosa versión de Miss Sarajevo se logro uno de los puntos más fuertes del show, donde Bono demostró lo bien que todavía puede cantar, dando aires de tenor a su voz mientras hacía la parte de Pavarotti sin morir en el intento. No pudo faltar Sunday Bloody Sunday, canción dedicada a las revueltas populares que sacuden a los países árabes, acompañada por un comentario sobre la liberación de la opositora Aung San Suu Kyi a la dictadura militar en Birmania, mientras una decena de activistas de Amnesty International se subían al escenario con unas lámparas en forma de velas.

Previamente y como nota destacada de la noche, la banda dio la bienvenida a un invitado muy especial al escenario, León Gieco, el famoso cantante popular argentino que junto a Bono, Edge y la ayuda del frenético público encantado con su presencia, interpreto la canción Solo Le Pido A Dios. Este sin duda fue el momento más emotivo de la noche, donde se pudo apreciar la complicidad lograda entre los artistas y su público.


Así fue transcurriendo un gran show con todos los condimentos habituales que no puede dejar de brindar esta exitosa y legendaria banda: las pantallas de led, la iluminación, el sonido y la increíble predisposición de Bono. Tampoco podía faltar el discurso de la campaña ONE seguida de una impecable versión del mismo tema. El cierre llegó con el tema Moment of Surrender acompañado de un mensaje y dedicatoria al gran Gustavo Cerati, luego del cual la banda se fue ovacionada por un público satisfecho con un gran concierto de rock condimentado por tecnología de punta.

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