Rosario recibió por primera vez a Hillsong

Entre el 17 y 19 de octubre la banda cristiana presentó su último álbum, "El eco de Su voz", en su breve gira por La Plata y Córdoba.


Melani Harverte

Los músicos en pleno recital

De a poco iba cayendo la tarde del miércoles y el cielo se oscureció en cuestión de media hora. La lluvia se hizo presente en el teatro Vorterix acompañando a los ansiosos que estaban haciendo fila en la vereda una hora antes de que abrieran las puertas. Para las 19.15 la tormenta no cesaba y los dueños del lugar decidieron permitir el ingreso de los entusiastas seguidores de Hillsong, que se presentaba por primera vez en Rosario.

Debido a  problemas técnicos los músicos subieron al escenario pasadas las 20.30, con muchas ganas, saltando y al grito de “oh, oh, oh” al que se sumaron los jóvenes que para ese momento ya habían llenado la sala.  El público eufórico provocó un ambiente de fiesta y así comenzaron a sonar los acordes de “Vivo Estás” iniciando la presentación del nuevo álbum en español de la banda australiana, “El eco de Su voz”.

Chris Mendez compartiendo su experiencia de vida

Con la sede en Argentina instalada hace 2 años, Hillsong Buenos Aires se autodefine como “una iglesia joven en espíritu e inclusiva que da la bienvenida a todas las personas sin importar su estilo de vida”. Haciendo honor a su lema, “Vení tal como sos”, apareció con un look intelectual y pantalones de jean rotos el pastor Chris Mendez, quien agradeció a todos por asistir y los felicitó por “dejar de lado la religiosidad” haciendo énfasis en lo extraño que parece ir al recital de una banda cristiana en un boliche. Entre tema y tema, el referente de la iglesia porteña, que también pastorea Hillsong Sao Paulo, contó su testimonio de vida y cómo, luego de salir de la adicción al alcohol y las drogas, “Dios lo trajo” desde Australia hasta el país que vio nacer a sus padres y a su esposa.

Al ritmo de “Vida tú me das” y “Tu amor es real”, el teatro se llenó de alegría, para después bajar las energías con canciones más tranquilas al estilo de “Océanos”.  Sin lugar a dudas, el momento distinguido de la noche fue cuando entonaron “Que sea la luz” tratando de compartir un mensaje positivo a los que estaban allí e incitándolos a “ser luz” en este mundo que cada día está más oscuro.

La despedida contó nuevamente con agradecimientos y emoción, y si bien no se sabe cuándo volverán de gira, los rosarinos se ocuparon de dejar en claro que la ciudad los espera siempre con los brazos abiertos.