lunes, 20 de octubre de 2014

Una tarde para el recuerdo

Por Federico Therán 

Con más de 80000 personas presentes y un clima de película, Ariel Ortega tuvo la despedida que merecía con la camiseta de River en el Estadio Monumental.

El sábado 13 de Julio de 2013 fue una jornada histórica. No era un día cualquiera, no se iba a alentar al Millonario como todos los domingos, se trataba de la despedida de“El Último Gran Ídolo”, Ariel Ortega. Los alrededores del estadio Antonio V. Liberti estaban abarrotados de hinchas con la ilusión de ver por última vez al Burrito con la camiseta de River. La fiesta riverplatense estaba en marcha, los miles de hinchas no cesaban de cantar y tomarse fotos, para tener un recuerdo físico de algo que quedará guardado por siempre en el corazón no sólo de los hinchas millonarios, sino también de aquellos que aprecian la clase de un jugador sin importar la camiseta. El Monumental se fue colmando, y como siempre, terminó por llenarse completamente. La expectativa crecía y la hinchada comenzó a cantar. Hasta que apareció en escena Sergio Goycochea, quién fue el conductor de la fiesta, anunciando que el partido estaba por comenzar. Los equipos consistían en figuras actuales y pasadas, que compartieron cancha con Ariel. Los técnicos eran el Tolo Gallego y Ramón Díaz. Dentro de la cancha había figuras como el Muñeco Gallardo, Juan Pablo Sorín, Enzo Francescoli, entre otros. El árbitro fue el cordobés Héctor Baldassi.
A las 17 hs se encendió la pantalla del estadio y comenzó uno de los momentos más emotivos de la jornada. Fue un video en el cual Ortega expresaba lo que significa River para él y su sentimiento para con el club. Y luego una cámara en vivo filmó a Ariel subiendo las escaleras y por fin se lo vio entrar a la cancha, por lo que estallaron los gritos de la gente. De los cuatro costados del estadio bajaba el clásico “Ortegaa, Ortegaa”.
El partido fue a modo de juego entre amigos. En el entretiempo se presentó la banda “La Mosca”. Ya unos pocos minutos del final, el hijo mayor de Ariel entra a la cancha. Ortega al parecer no lo esperaba y rompió en llantos. Pasadas dos horas del inicio del partido, la música Andrés Calamaro (gran amigo de Ortega) interrumpe el juego y marca el final. La familia completa del Burrito entró ala cancha a saludarlo y comenzó la clásica vuelta olímpica, para bañarse del cariño y los aplausos de su gente.

Ariel Ortega agradeciendo a la gente junto a sus hijos.



Disfrutar de la magia de Ariel.

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