martes, 13 de octubre de 2020

Diego no es amigo de todos.

Maradona vuelve a Rosario como tecnico de Gimnasia y Esgrima de La Plata para enfrentar a Rosario Central en su estadio por la fecha 12 de la Superliga, el último antecedente importante entre estos equipos fue en la final de la Copa Argentina 2018 cuando el conjunto rosarino gritó campeón por primera vezen aquella competición. Viernes 14 de febrero en la ciudad rosarina, el día de los enamorados coincide con la llegada del “Diez” para enfrentar a Rosario Central al día siguiente por la Superliga, Maradona se alojó en el hotel Ros Tower a la espera del partido. Esa misma tarde, salió a la terraza del edificio para recibir la ovación de todo el pueblo “Leproso” y algún que otro fanático de Diego que se refugiaba en una camiseta de la Selección Argentina con el dorsal número 10. La esquina del hotel estaba colmada de gente, distintas banderas flameaban al ritmo de: “Uy uy uy es el glorioso Newell’s Old Boys”, sonando de fondo los redoblantes y las gargantas rojinegras rompiéndose en un solo aliento. Distintos hinchas arrojan sus camisetas hechas un rollito para lograr obtener un autógrafo del jugador más grande de todos los tiempos.
Sábado 15 de febrero, las redes explotan, Twitter anunciaba una catástrofe en el Gigante de Arroyito, anunciaban la crucifixión de Diego Armando, quien era visto como el enemigo universal por los canallas por su paso por el conjunto “Leproso” allá por el año 1993. Por parte del “Diez”, su llegada no fue neutral a la ciudad, sino que alentó y acompañó los canticos de los hinchas de Newell’s. El recibimiento de la hinchada canalla fue espectacular, fuegos artificiales, bengalas y grito de guerra, la reacción de Diego fue a la altura de las circunstancias, frente en alto y nada de gestos que inciten a la violencia. El partido, sin embargo, no estuvo a la altura del marco que se había impuesto en la previa, poco futbol y un 1-0 que dejo más dudas en el ganador que el perdedor.
Autor:Mariano Rabellino

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