jueves, 22 de noviembre de 2012

AC/DC en Argentina.


Última noche de AC/DC en River.

Si esto es el infierno, se podría decir entonces que es celestial.

En marco del tour mundial “Black Ice”, la banda australiana repasó todos sus clásicos ante más de sesenta mil espectadores.

Por Lucas Pagani.


 A las 21 horas exactas, todas las luces del estadio Antonio Vespucio Liberti se apagaron completamente, y quedaron encendidas solamente las gorras gigantes rojas con cuernos, que llevaban una “A” en el frente que se encontraban apostadas en los extremos superiores del escenario. Momentos antes habían tocado Héroes del Asfalto, la banda del ex – baterista de Riff Michel Peyronel, cuando el sol se escondía y ya de noche Las Pelotas que fue severamente insultado y agredido por la afición luego de que Germán Daffunchio, líder del conjunto, realizara comentarios polémicos frente al micrófono. Apenas pasadas las nueve, se escuchó un estruendo y todos encendieron sus cámaras, había comenzado a reproducirse por las pantallas el clip que mucha gente pudo disfrutar en Internet, mientras que para otros era la primera vez. Se trataba de una caricatura de Angus Young, representado a un demonio, que conduce un tren a toda velocidad y que pese a los esfuerzos realizados por dos bellas damas de frenarlo, que lo golpean y lo maniatan les es imposible. con el demonio atado, las chicas escapan, y con el tren a punto de descarrilar Angus logra zafarse de sus ataduras y escapa con su Gibson SG momentos antes de que el tren aparezca detrás de varias explosiones en el escenario. La gente estalló en un grito unánime que se elevó al ver al pequeño hombre vestido de escolar corriendo hacia el frente del escenario y levantando su brazo; acto seguido, Malcolm, hermano de Angus y segundo guitarrista hizo sonar los primeros acordes de “Rock ‘N Roll Train”, primer tema del nuevo lanzamiento de la banda después de “Stiff Upper Lip”, del año 2000. Los fanáticos corearon el riff y acompañaron a Brian Johnson cantando durante todo el concierto. Cliff Williams hizo sus primeras intervenciones junto a Malcolm en los coros y tal como se los ha visto en todos los conciertos, ambos avanzaron hacia el frente para cantar y luego regresaron casi a la par de la batería de Phil Rudd, a quien se lo pudo ver fumando mientras tocaba a través de las pantallas gigantes. El tema llegó a su fin, el público no dejó de gritar y Brian dijo esforzándose “Buenas noches” en español y en inglés “No hablamos muy bien en español, pero tocamos Rock and Roll muy bien, ¡vamos!”.
 No perdieron el tiempo, ya que al estar filmando el concierto querían que sea lo más exacto posible a las otras dos fechas anteriores (por eso no se lo vio a Angus con uniformes distintos, por ejemplo).
 Interpretaron “Hell Ain’t A Bad Place To Be”, clásico perteneciente al disco “Let there Be Rock” de 1977 que tenía por aquel entonces a Bon Scott como cantante. Las más de 60.000 personas que reventaron el “Monumental” no perdieron la oportunidad que cada tema les daba para realizar el típico coro. Mientras Brian se desplazaba por la pasarela que se introducía al campo, Angus caminaba, trotaba, corría por todo el escenario y como siempre realizando el “paso del pato”, movimiento por el cual es reconocido por todo el mundo pero que no es su creador, sino que es Chuck Berry, unos de los pioneros del verdadero Rock. Al finalizar, sólo hubo espacio para que Brian agradezca porque Phil hizo sonar su hi-hat tres veces y Angus tocó uno de los riff más vitoreado de toda la historia, comenzó “Back in Black”, del disco homónimo de 1980 y debut de Johnson en voz, a meses de la muerte de Scott. Si, es verdad, volvieron después de mucho tiempo y todo el estadio estalló de emoción.
 “Big Jack” fue el siguiente tema, uno de los recién lanzados dentro del disco “Black Ice” que trata de un chico malo que suele merodear los bares. Luego pasaron a “Dirty Deeds Done Dirt Cheap”, del disco homónimo de 1976, en el que, como de costumbre, Angus participó de los coros junto a su hermano mayor y Phil e hizo un “ligado” que enloqueció a todos. Johnson agradeció y rápidamente agregó: “Tengo una canción para ustedes”. Shot down in Flames”, perteneciente al ultimo disco de Bon Scott como front man, “Highway To Hell” de 1979. Todos quedaron impresionados al ver en vivo la destreza de aquel hombre vestido con uniforme escolar para desplazarse hacia todos lados y tocar de manera increíble. Siguieron a toda prisa con “Thunderstruck”, de “The Razors Edge” de 1990, con una intro que fue celebrada por todos los presentes.
 Con unos cuantos clásicos ya interpretados, llegó el momento de “Black Ice”, tema que le da el título al disco lanzado hace un año y que sirvió de pretexto para la gira mundial que está a punto de culminar. Al terminar, Johnson advirtió que el próximo tema hablaba de una mujer muy atrevida y a continuación improvisaron junto a Angus en la pasarela acerca de un muchacho que tenía “al diablo en sus dedos y el blues en su alma” y así comenzaron con el blues-rock “The Jack”, del primer disco de la banda “HighVoltage” de 1976. Como es habitual, un rito de más de 30 años, el Guitar Hero de turno comenzó con su “streptease” con una base rítmica de fondo dada por los demás integrantes del grupo que iba al compás de sus movimientos. Así, abandonó su Gibson SG para comenzar por su saco, corbata y camisa (todo a pedido del público que gritó “Olé, olé, olé, Angus, Angus”) hasta llegar a quedar con sus pantalones lo cuales se quitó por unos instantes para exhibir un bóxer negro que llevaba el símbolo de la banda. Retomó su guitarra para realizar el solo mientras corría por la pasarela, para luego continuar y finalizar el tema.
 El escenario quedó a oscuras una vez más, Brian que fue iluminado por un reflector, se movía por la pasarela hasta llegar al centro del campo,  arengando a la masa. Segundos después emprendió una carrera a toda velocidad de regreso para colgarse de una soga y hacer sonar una y otra vez una campaña gigante que había descendido. Era el momento de “Hells Bells”, otro tema del segundo disco más vendido de la historia, “Back in Black”. El Young que solo portaba pantalones y zapatillas comenzó con los primeros acordes, que fueron acompañados por todo el público. Una vez terminada la canción, la catarata de éxitos no paraba, en especial del álbum de portada negra en señal de luto, ya que “Shoot to Thrill” comenzó a sonar.
 Cliff Williams hizo temblar los alrededores con su bajo en “War Machine”, de “Black Ice”, que fue acompañada por animaciones que se reproducían en las pantallas laterales. Le siguió “Dog Eat Dog”, de “Let There Be Rock” con un Angus que con sus movimientos hizo inevitable a cualquier presente no sacudir su cabeza, tal como él lo viene haciendo desde 1973. Apenas comenzaron a ejecutar “You Shook Me All Night Long”, el último tema de “Back In Black” que reprodujeron, el público enloqueció y saltó sin parar de corear tanto, en las plateas como en el campo, que ya en estas instancias era una marea humana que chocaba contra las vallas.
 Más tarde, la batería de Phil y los gritos de Angus, sumados a los instrumentos de Malcolm y Cliff, retumbaron por todo el predio de River Plate dando así la base para “T.N.T.”, de “High Voltage”. Una vez realizada, Johnson tomó nuevamente la posta y tiró: “Esta noche tenemos una vieja novia aquí, su nombre es Rosie”. Otra vez el conteo de Phil y Angus comenzó a rockear para frenar a cero y escuchar gritar su nombre cuatro veces a todo un estadio, en tanto que la famosa figura inflable de Rosie se montaba lentamente al tren descarrilado. El riff de “Whole Lotta Rosie”, de “Let There Be Rock”, fue coreado y al mismo tiempo el frenesí de la canción llevó a todo el campo a realizar un pogo gigantesco. La canción finalizó, el estadio quedó a oscuras, excepto las dos gorras en cada extremo del escenario. De pronto, Phil golpeó su redoblante y comenzó a toda velocidad “Let There Be Rock”, provocando la locura en el campo mientras que en las pantallas se enseñaban las portadas animadas de los discos del conjunto. Aproximadamente a la mitad del tema, Angus se dirigió hacia la pasarela hasta la plataforma que se encontraba en medio del campo. Las luces del escenario bajaron su intensidad y solo quedaron iluminando a máxima potencia los reflectores de la base en donde el guitarrista se encontraba. Angus, luego de apuntar a cada sector con su guitarra, se posó sobre el centro de la estructura que comenzó a elevarse para seguir rockeando desde las alturas. Allí llegó al ápice de su show personal, desplomándose en el piso y comenzando a girar sin dejar de tocar, rodeado por una lluvia de papeles y con el grito de todos en forma de gratitud. La plataforma descendió y Angus se desplazó a realizar el solo de la canción al lado de sus compañeros. La canción por defecto finaliza allí, con un solo espectacular, pero allí no sucedió eso. Angus, a quien le viento le sacudía su hoy por hoy poca cabellera, apareció por detrás de la batería para seguir demostrando sus habilidades frente al público de todo el mundo que se rindió ante sus rápidas manos. Minutos después el tema terminó con Brian gritando en español “gracias” y “nos vemos” en inglés dando comienzo así al bis, un respiro tanto para los espectadores como para la banda.
  Pasaban los minutos y los fans enloquecían, los querían de regreso en ese preciso instante. La escenografía se tiñó de rojo mientras sonaba la SG una vez más y se comenzó a visualizar una humareda roja saliendo el suelo del escenario. Con un sitio a oscuras, teniendo solo como iluminación los celulares, cámaras y los “cuernitos” luminosos, se elevó el hombre de la noche para comenzar a tocar el ante último tema, “Highway To Hell” con Angus en el final del mismo haciendo los cuernitos con sus manos.
Finalmente llegó el último tema, no hubo sorpresas ya que desde su publicación en 1981 ha sido siempre el elegido para cerrar los conciertos; era “For Those About To Rock (We Salute You)”, todo un himno que emocionó a cientos de personas. Los cañones colocados a lo largo del escenario estaban cargados, esperando la señal de Brian para disparar. El último cañonazo fue acompañado por decenas de fuegos artificiales y los aplausos de más de sesenta mil personas.
 Todo terminó, las luces del estadio se encendieron, ya no regresarían, al menos esa noche. Un gigante cruzó un alambrado en una de las plateas altas, gritando reiteradas veces ¡Rock! y golpeándose el pecho, provocando el aplauso de quienes lo escuchaban. Aquella voz se apagó, así como la excelente velada que acababan de experimentar y que hará que nunca se olviden de los seis de Diciembre. Ahora, solo resta esperar al DVD para poder volver a revivir los gratos momentos desde el sillón de casa.

Fuentes: 
YouTube.com
AC/DC Live at River Plate (DVD Y 2 CD'S)




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